Como médico, he aprendido que la salud no depende solo del cuerpo, sino también de los vínculos. Y en eso, los pueblos llevan siglos de ventaja sobre las ciudades. Allí donde las calles son estrechas y el tiempo parece ir más lento, también lo hace la forma de cuidarnos.

En los pueblos, siempre se está más pendiente del vecino que en las ciudades. No por cotilleo, como muchos imaginan, sino por humanidad. Se sabe quién falta, quién no ha salido a la puerta como cada mañana, quién está pasando un mal momento o quién necesita ayuda aunque no la pida. Esa atención discreta —a veces silenciosa, casi instintiva— es una forma de medicina comunitaria que no aparece en ningún manual, pero que sostiene vidas.

Cuando vuelvo a Puebla de Alcocer y camino por sus calles tranquilas, veo cómo este cuidado mutuo sigue vivo. Un saludo desde la ventana, una bolsa dejada en la puerta, una conversación breve que basta para saber si todo va bien. En los pueblos, nadie es anónimo. Y aunque eso pueda incomodar a algunos, para muchos es un ancla emocional: saber que alguien está cerca, que alguien mira por ti.

Ahora bien, también es verdad que en los pueblos se cumple aquello de “culo veo, culo quiero”. A veces se está más pendiente de lo que hace el otro que de lo que hace uno mismo, y esa curiosidad —mezcla de cercanía y comparación— puede generar más bulos que en una gran ciudad. El boca a boca es rápido, y las historias viajan más deprisa que la verdad. Es parte de la condición humana… y parte del encanto y las contradicciones del mundo rural.

Las ciudades ofrecen oportunidades, sí. Pero también generan soledad, anonimato y una velocidad excesiva que deshumaniza. En cambio, en el mundo rural —en Extremadura, en Galicia, en cualquier rincón de España— la vida se sostiene gracias a esa red invisible de vecinos que se cuidan sin darse importancia, sin hacer ruido.

Quizá una de las lecciones más valiosas que nos ofrece la España rural es esta: a veces, para sentirse acompañado, basta con que alguien pregunte “¿todo bien?” al pasar.

Logo balhondo
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.