HISTORIA DE LA SIBERIA EXTREMEÑA

Foto de: Dema Álvarez
Foto de : M.G.MELERO
Foto de Miguel Urbina
Los ranchos de Castilblanco son una tradición centenaria que se celebra cada año el 3 de mayo en honor a la Santa Cruz. Esta festividad se remonta a la Edad Media, cuando los agricultores y ganaderos de la zona se reunían para celebrar la llegada de la primavera y agradecer la buena cosecha.

Durante los ranchos, los vecinos de Castilblanco se visten con sus trajes regionales y recorren las calles del pueblo en procesión. Portan en sus manos ramos de flores y ramas de olivo, símbolo de la paz y la prosperidad.

Pero lo más destacado de esta festividad son los ranchos, un plato típico de la gastronomía extremeña. Se trata de una especie de cocido elaborado con carne de cerdo, garbanzos y verduras, que se cocina durante horas en grandes calderas al aire libre. El aroma que desprenden estas ollas gigantes inunda todo el pueblo y hace que los estómagos empiecen a rugir.

Mientras se cocina el rancho, los vecinos y visitantes pueden disfrutar de la música tradicional y bailar en la plaza del pueblo. También se organizan actividades para los más pequeños, como juegos populares y talleres de artesanía.

Finalmente, llega el momento más esperado: la degustación del rancho. Se reparte en grandes platos de barro y se sirve acompañado de pan y vino de la tierra. Es una ocasión perfecta para reunirse con amigos y familiares, compartir mesa y conversación, y disfrutar de una comida deliciosa y reconfortante.

En resumen, los ranchos de Castilblanco son una festividad que combina tradición, gastronomía y diversión. Si te encuentras en la zona el 3 de mayo, no te pierdas esta oportunidad única de sumergirse en la cultura y el sabor de Extremadura.

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