HISTORIA DE LA SIBERIA EXTREMEÑA

La Siberia Extremeña es una región situada al norte de la provincia de Badajoz, en Extremadura, España. A pesar de su belleza natural, la historia de esta región es a menudo pasada por alto. Sin embargo, la Siberia Extremeña tiene una rica historia que se remonta a la época prehistórica.

Durante la Edad del Bronce, la Siberia Extremeña estuvo habitada por la cultura de Los Millares. Esta cultura se caracterizaba por sus habilidades en la metalurgia del cobre y el bronce, y se desarrolló en la península ibérica durante el tercer milenio a.C.

En la época romana, la Siberia Extremeña estuvo poblada por diversas tribus, entre ellas los vetones y los lusitanos. Estos pueblos eran famosos por su resistencia a la conquista romana, y mantuvieron una guerra constante contra los romanos durante siglos.

Durante la Edad Media, la Siberia Extremeña estuvo bajo el control de los reinos cristianos de León y Castilla. Durante este periodo, la región experimentó un gran crecimiento económico gracias a la explotación de los recursos naturales, especialmente la minería y la agricultura.

En el siglo XV, la región sufrió la invasión de los musulmanes, quienes llegaron a la zona desde el sur de España. Sin embargo, la región fue reconquistada por los cristianos en el siglo XVI, y se convirtió en una región de frontera.

Durante el siglo XIX, la Siberia Extremeña experimentó un gran crecimiento económico gracias a la explotación de la minería del hierro y del carbón. Sin embargo, esta actividad económica se desvaneció en la segunda mitad del siglo XX, lo que provocó una grave crisis económica en la región.

Hoy en día, la Siberia Extremeña es una región que lucha por recuperar su pasado y su patrimonio cultural. La región es conocida por su belleza natural y por sus actividades al aire libre, pero su historia y su patrimonio cultural son igualmente impresionantes y merecen ser conocidos y apreciados. La Siberia Extremeña es una región con una historia rica y diversa, que merece ser descubierta y valorada por todos aquellos que la visitan.